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martes, 2 de agosto de 2016

La vieja del cortauñas

Estaba yo en el colegio junto a Fabi y mi amiga Raquel,  íbamos hacia el baño y al entrar allí, empezamos a gritar por lo que Fabi entró y pudo ver un brazo en medio de un charco de sangre y con un cortauñas en la mano. Yo cogí el cortauñas y sin querer rompí una pieza, mientras tanto Raquel estaba diciendo que si tocábamos algo o lo quemásemos o nos interrogarían por lo que decidimos quemarlo y deshacernos de las pruebas como el cortauñas o la sangre. La verdad fue fácil pues el cortauñas lo tiramos en medio del océano y la sangre la limpiamos con agua del mar y lejía en un paño que posteriormente fue quemado; al acabar la tarea nos fuimos a la  cafetería y pedimos un colacao para tranquilizarnos, pero eso no fue sencillo. Uno de los profesores se nos acercó a preguntar si habíamos visto a la cortauñas, yo no respondí, Raquel y Fabi lo negaron a la vez, algo que le resultó sospechoso al profesor pero dejó pasar el tema. Las horas pasaron y era la hora de irse a casa, me acababa de meter en un lio un gran lío, ¿qué diría cuando me preguntasen que tal la mañana? , tendría que mentir y no se me daba nada bien. Mientras yo estaba pensando en que decir, Raquel y Fabi ya se había ido a su casa y yo sin verlo venir, dejé escapar el autobús de la linea 5.
esperé 20 minutos al siguiente pero no aparecía; de repente un profesor de religión me dijo que me vendía su moto para regresar a mi casa a cambio de que no viniese mañana al colegio. Me hizo sospechar que a lo mejor el era el que había matado a esa pobre mujer pero acepté la moto, de todos modos era muy antigua e iba a pedales no podía ser tan difícil manejar ese cachivache, aunque no tenía casco ni carnet de conducir y ni  mucho menos era mayor de edad pero me dió igual y me puse a pedalear rezando para no encontrarme con la policía.
Llegué a casa y deje la moto fuera, con el candado de mi bici, el cual siempre llevaba en mi mochila, Estaba en casa a salvo de interrogatorios de profesores o policías, cuando entré sólo estaba mi hermano. Este me dijo que iba a salir de fiesta esa noche y que estaría con mi prima Inma, Adri, el rich, y un amigo suyo. y que padre y madre tenían cena por lo que tenía que estar calladita y hacerme la cena esa noche aunque todavía quedaba comer y que pasase la tarde de ese largo día, comí rápido las sopas de fideos, mis padres me preguntaron que tal la mañana y yo respondí lo más normal, bien como siempre, luego me subí a mi habitación, me pasé la tarde durmiendo y pensando en aquel suceso en el colegio y decidí que lo mejor para no ir al colegio el día siguiente era irme de fiesta con mi hermano, él no quería pero era la mejor solución. Le conté lo de la moto y tras mucho insistir me dejó ir con él con la condición de lo que pasa de fiesta se queda en la fiesta.
Él bebió todo lo que quiso, era barra libre pero a mi no me entraba ni el agua; la música estaba muy alta, me dolía la barriga y encima sonaba solo reggaeton. Sí eso era ir de fiesta, yo no iba a ir nunca.
A eso de las 5 de la mañana mi hermano mi prima y Adri, encontraron un hostal abandonado con tres camas de matrimonio; yo y mi prima dormimos juntas o más bien yo dormí y ella junto con los demás durmieron la mona, a las 7 de la mañana desperté a todos y nos fuimos cada uno a su casa, rezando para que mis padres no se hubiesen dado cuenta de nuestra ausencia después de la cena, por suerte entramos por la puerta de la cocina que estaba abierta y nos fuimos de nuevo a la cama.
Al día siguiente yo no podía ir al colegio y la moto aún seguía allí fuera, me puse el uniforme metí algunos libros en la mochila, ropa de calle y algo de dinero para la merienda, cuando mis padres se fueron a trabajar yo cogí la moto y me fuí a una casa abandonada donde dormí hasta el mediodía.

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